La Radiofrecuencia produce un calentamiento profundo que afecta a la piel y tejido graso subcutáneo. Un calentamiento que podríamos decir va de dentro hacia fuera. Dicho calentamiento va a favorecer: El drenaje linfático, lo cuál permitirá disminuir los líquidos y las toxinas en el que se encuentran embebidos los adipositos del tejido. Aumenta la circulación mejora el metabolismo del tejido graso.